lunes, 20 de junio de 2011

LA NIÑA ZOMBIE

Estaba tan tranquilo ordenando las carpetas de mi ordenador cuando, de golpe, he topado con la fotografía que veis ahí arriba.

Corría el año 2008. Tras unos meses de espera, por fin comenzaba las prácticas en una empresa de fotografía llamada 'SETCOLOR'.

Los primeros días fueron difíciles, no conocía a nadie salvo a 3 compañeros de mi clase. Era común que confundiese a gente y les llamase por un nombre que no fuese el suyo.
Todo fue mucho más fácil gracias a mi amigo Pablo y mi nuevo compañero Jorge. Jorge tenía 10 años más que yo, pero enseguida congeniamos. Nuestros gustos e inquietudes eran muy parecidos y eso hizo que se convirtiese en uno de mis grandes apoyos durante los 3 meses que permanecí en aquella empresa. A Jorge todo el mundo en la empresa lo llamaban Jordi, yo también, hasta que un día me confesó que odiaba que le llamasen así, pero que él no decía nada para que los demás no creyesen que era un borde. A partir de aquel día, dejé de llamarle Jordi.

Los días y los meses fueron pasando, yo y mis compañeros en prácticas éramos los chicos para todo. Desde retoque fotográfico, pasando por meter las fotografías en paspartús u ordenarlas en sobres, hasta tirar la basura, ir a comprar sellos, mandar cartas certificadas, subir cajas del almacén o ir a tomar por culo para tirar unas pilas al contenedor para reciclar que finalmente lanzábamos a la basura más cercana.

Se acercaba el final de las prácticas cuando el trabajo (en cantidad e intensidad) empezó a disminuir considerablemente. En un principio comunicábamos a nuestros superiores que no teníamos trabajo que realizar, y ellos, muy amablemente, nos mandaban realizar labores de mierda que no tenían nada que ver con nuestra responsabilidad. Una tarde, hartos de que nos tocaran las pelotas, y con la complicidad de mi compañero Jorge, decidimos no comunicar a nadie la ausencia de trabajo. Así fue como empezaron nuestras verdaderas prácticas.

Mis Compañeros y yo empezamos a ir por libre, cogíamos montones de fotos que se encontraban en los archivos que, ni se usaron ni se usarían jamás, y empezamos a retocar con el photoshop sin control alguno. Unas veces retocábamos a nuestros propios compañeros, convirtiéndose en el objetivo nº1 de los montajes el propio Jorge. En otras ocasiones era la gente anónima la que se convertiría en carne de 'chop'. Una de esas inocentes víctimas es la niña que preside el post, que fue rápidamente reconvertida en zombie.
Recuerdo que una de mis compañeras pasó por detrás de mí, y al ver a la niña 'zombieficada' en la pantalla de mi ardenador me preguntó con cierta cara de asco:

- ¿Por qué haces eso? -.

Yo no tardé en responderle, no era difícil.

- Porque me aburro... -

Lo cierto es que en ese tiempo yendo a nuestra bola, aprendimos más en el manejo del photoshop que durante los dos primeros meses.

Transcurrieron los 3 meses y mi tiempo allí finalizó. Mentiría si dijese que fue un honor pertenecer a esa empresa de enchufados y explotadores, pero mejor no decir nada porque en los tiempos en los que vivimos todo se sabe.

Por supuesto me dejo incontables anécdotas que mejor omitir, porque me sobra tiempo pero también mucha vergüenza. Muchos fueron los momentos divertidos al lado de Pablo y Jorge, momentos los cuales he vuelto a revivir al ver este humilde retoque fotográfico de principiante, y solo por volver a vivir esos momentos estaría dispuesto a pasar otros 3 meses en el infierno.

Por cierto, Jorge, te debo una cerveza.

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