viernes, 16 de octubre de 2009

PLAN B

Hace ya mucho tiempo que ocurrió, hacia el año 2002 o principios de 2003, no soy de recordar bien ciertas fechas, pero recuerdo esa noche como si se tratara de ayer.

Yo me encontraba en el balcón, es el sitio de mi casa donde intento encontrar consuelo después de una mala experiencia o en cualquier otro momento de ánimos bajos.
Acababa de discutir con la que por aquel entonces era mi novia, de cuyo nombre no quiero acordarme. Y entonces sucedió, sin saber muy bien porqué recibí un inesperado mensaje.

-¿hola como estás?-

Era una chica, chica que conocí tiempo atrás, casi de pasada, y con la cual mantenía una nula relación, me sorprendió, pero al mismo tiempo sentí una gran felicidad en el interior, podía hablar con alguien y desahogarme, sacar todo lo que sentía en ese momento, y así lo hice.

Mantuve, durante parte de esa noche, una larga y reconfortante conversación vía sms con alguien que casi era una desconocida para mi, me alivió. Trás la conversación me fuí a la cama con una sonrisa en la cara, sentía que, por alguna razón, el destino había puesto a aquella persona en mi vida, y no me equivocaba demasiado. Se podría decir que esa noche no solo me cambió a mi de una forma que no puedo describir, sino que tambien cambiaría mi vida.

E de apuntar que por aquel entonces yo tendría unos 15 años, y no tenía ni idea de que iba a hacer, no sabía hacia donde me quería dirigir, cual sería mi misión en la vida. Encima mantenía una relación de la cual era consciente que no me llevaría a ningún lugar.

Transcurrió cierto tiempo desde aquella afortunada y magnífica charla nocturna, y salvo alguna que otra "perdida" ocasional con los móviles, no volvimos a mantener contacto el uno con el otro. Era una noche de verano, concretamente una noche de agosto del 2003 si no recuerdo mal. Yo me encontraba en la cama, seguía comiéndome la cabeza por esa relación sin futuro con una persona que bastante dejaba que desear, cuando de repente ahí estaba, ese zumbido inesperado en mi móvil, era ella, otra vez.

-¡Hola! ¿te acuerdas de mí?... ¿que tal te va todo?-

Mi sonrisa volvió a florecer en mi rostro después de mucho tiempo, creo que no volvía a sonreir desde, precisamente, aquella noche en la que hablé por última vez con ella. Empezamos a charlar de nuevo vía sms, todo era estupendo, horas y horas contándonos nuestras cosas como si nos conocieramos el uno al otro de toda la vida, todo era estupendo hasta que la cagué. Empecé a mostrar los sentimientos que ella me creaba, lo bien que me hacía sentir y lo oportuna que siempre era para hacerme sentir bien en los malos momento. Empezamos a tontear hasta que finalmente le dije algo que no recuerdo bien, pero bien recuerdo su respuesta.

- Pues me parece que te vas a aguantar, por que tengo novio...-

Eso me rompió de alguna manera, mi gozo en un pozo, mi ilusión desvanecida por un inoportuno comentario y una sincera respuesta. Tras esto decidí que la conversación tenía que terminar, al menos por esa noche, no podía seguir charlando tan animosamente como lo estaba haciendo hasta aquel entonces, dos mensajes más de despedida y a dormir, mañana será otro día... pensé.

Volvió a transcurrir un tiempo, 2 o 3 meses en los que no volvimos a saber nada el uno del otro, como en la ocasión anterior.
Era una tarde como otra cualquiera, yo estaba en el ordenador, conectado al messenger, cuando de repente, la que no se conectaba nunca se conectó de repente, era ella de nuevo. Tenía sentimientos enfrentados, por una parte quería hablar con ella, me sentía bien cuando hablaba con ella y echaba de menos esa sensación. Por otro lado, sentía algo de vergüenza después de lo que ocurrió, sin embargo eso no me frenó y decidí hablarle.

Estuvimos hablando toda la tarde, estaba conectada desde un ciber, con lo que quería aprobechar cada minuto, pues sabía que posiblemente no volvería a hablar con ella hasta pasado algún tiempo, como ya ocurriera en anteriores ocasiones, pero eso no era lo que iba a ocurrir.

-Me lo he pasado muy bien, eres genial, ¿quieres que me conecte mañana tambien y hablamos?-

Era una oferta que no podía rechazar, así que la acepté sin pensármelo dos veces.

-Aquí estaré.- concluí.

Así pasaron dos tardes más, entre charla y charla, risa y risa. Cada vez nos sentíamos más agusto, y tan solo en ese pequeño espacio de tiempo empezamos a sentir cosas muy especiales el uno por el otro, por alguna causa inexplicable (yo lo llamo destino), nosotros, dos absolutos extraños, encajábamos a la perfección, como un puzzle de dos piezas.
Al tercer día surgió, no podíamos ocultarlo más, era demasiado evidente para los dos, así que abrimos nuestro corazón, dejamos a un lado las risas y empezamos a hablar de sentimientos, nos declaramos.

Los dos rompimos con nuestras respectivas parejas, aunque a decir verdad, hacia tiempo que ya estaban rotas, sin sentido, sin futuro, y ella y yo empezamos una maravillosa relación de 2 años. 2 años de forma oficial, aunque nos dimos algún tiempo más de forma extraoficial, ya lo entendeis.

Es aquí donde empezó mi "PLAN A".

Aquel chico de 15 años sin ningún futuro claro ya tenía una ilusión, una meta en la vida, algo real por lo que luchar. Quería dirigir mi destino a estar con ella, formar una familia y pasar el resto de mi vida a su lado, no tenía ninguna ilusión más en mi vida que ella. Acababa de descubrir por primera vez en mi vida, y hasta día de hoy la única, lo que era el amor verdadero.
Pero todo era demasiado bonito, demasiado perfecto para ser verdad, y las cosas empezaron a torcerse poco a poco, como una hoja que se encuentra encima de una mesa y que se mece lentamente por acción del aire, se desplaza por la mesa y acaba cayendo al suelo sin que nadie la haya tocado. Yo seguía tremendamente enamorado de ella, y ella de mi, pero algo estaba pasando, era algo invisible, pero lo suficientemente denso como para notarlo. Tenía que luchar por evitarlo, no se podía terminar, maldita sea, era imposible que se terminara, así que luché, luchamos los dos con todas nuestras fuerzas y casi lo conseguimos. Cuando el barco volvía a zarpar algo impactó contra él, un iceberg del tamaño de una montaña, algo que lo rompería todo definitavamente sin tiempo ni fuerzas como para poder recomponerlo, como un castillo de naipes acabado de realizar derribado por el impacto de un inesperado manotazo. Se acabó... ¿o no?.

Como os podeis todos imaginar no voy a contar lo que ocurrió, solo diré que fue un malentendido tan gordo que nada lo podía solucionar, nada dependía de mi, todo estaba en sus manos.
Por mi parte, el PLAN A seguía en pie, aunque ya no dependiera de mi seguía con el mismo sueño, vivir y morir a su lado, solo pensaba en eso.

Intentamos reconciliarnos en repetidas ocasiones, era evidente que, pese al dolor, seguíamos locamente enamorados los dos, pero ya no era lo mismo, lo notaba en su mirada, en su cara, me lo transmitía sin quererlo, me quería, pero ya no confiaba en mi. Se rompió del todo, no había vuelta atrás.

Caí en una enorme depresión, era como un zombie, como un marinero sin barco a la deriva en medio del oceano, no quería seguir viviendo si no era con ella, ya nada tenía ningún sentido para mi.

Cada uno empezó a ir por un lado, a seguir su propio camino, a vivir su propia vida por rutas diferentes y, aunque yo siguiera locamente enamorado de ella, ella había empezado a superarlo. Durante muchísimo tiempo (y hablo de años) seguía imaginándome una vida perfecta a su lado, mientras me caía una lágrima en la almohada al verlo cada vez más imposible, además, yo tenía que empezar a animarme, casi no me di cuenta que por culpa de todo lo sucedido había dejado de lado todo lo que me rodeaba, amigos, familia... Había dejado de ser yo para convertirme en otra persona que casi no reconocía. Tenía que empezar a animarme, a buscar otra ilusión en la vida que me hiciese no pensar tanto en ella ni en el "PLAN A", algo que me hiciese esbozar de nuevo una sonrisa y recuperar el tiempo perdido con todos mis seres queridos, no solo tenía que hacerlo por mi, sino tambien por todos ellos, se lo debía.

Así es como nació el "PLAN B".

EL CINE... Siempre me ha gustado el cine, siempre me ha encantado y fascinado, pero a raíz de este hecho empezó a gustarme de una forma distinta, casi obsesiva, empecé a ver películas casi sin parar, era ese mundo de sueños donde me podía sumerjir durante un par de horas, un par de horas en los que mi mente se envolvía nuevamente de colores y mi corazón recobraba momentaneamente la ilusión.

EL CINE... Decidí en ese momento que yo quería pertenecer a ese sueño, quería ser participe de esa magia, quería darle al mundo del cine lo que él habia hecho por mi, quería crear historias en las que otras personas que se encontrasen como me encontraba yo, o incluso en situaciones peores, pudieran por unos instantes olvidarlo todo, vivir otras vidas que no sean las suyas y poder soñar durante unas horas con los ojos abiertos.

Todo esto nos lleva hasta nuestros días, hoy es 17 de Octubre del año 2009, y puedo decir con orgullo que, con ayuda de 3 grandes amigos, he creado mi primer cortometraje. No es gran cosa, y está elaborado de una forma muy rudimentaria, sin alardes ni florituras, aunque por el momento no está cosechando malas críticas. Para mí este cortometraje no es solo un cortometraje, es mucho más, para mí es el inicio de una lucha contra mi propio ser, para mí es el inicio de un nuevo sueño y una nueva ilusión, EL SUEÑO Y LA ILUSIÓN DE MI VIDA.

Pero de esto ya hablaremos en otra ocasión.

En cuanto a ELLA... Hace 2 años que no la veo y en estos momentos nos encontramos bastante distanciados, salvo algún que otro mensaje que nos enviamos para felicitarnos las navidades, año nuevo o cumpleaños no tenemos ningún contacto. Ella hace tiempo que empezó una nueva relación que, por lo visto, le va muy bien, cosa por la cual me alegro, de verdad, quiero que ante todo sea feliz y que el chico con el que esté, sea quien sea, la trate al menos la mitad de bien de lo que lo haría yo.
Mentiría si digera que no la sigo amando, que no pienso en ella. A decir verdad, pese a los años transcurridos desde que nos separamos, sigue siendo la primera persona que pienso al levantarme y la última al acostarme, incluso alguna vez pienso en la posibilidad de poder recuperarla y recuperar así mi viejo sueño, pero ya casi es como una utopía que veo desvanecerse a lo lejos, ya me he resignado y asumido que jamás volveré a tenerla entre mis brazos, a sostenerla sobre mis piernas o sentir el calor de sus labios junto con los mios. Aunque ya no la vaya a tener se que siempre la amaré, y se que ese amor me acompañará hasta la tumba.

Aquella noche del 2002 o 2003 cambió mi vida para siempre, ella lo hizo posible, y yo voy a luchar hasta mi último aliento por este nuevo sueño, ese "PLAN B" que me ha hecho seguir adelante con más fuerzas que nunca y volver a esbozar una sonrisa para siempre, aunque esta sea del todo incompleta.

Y esque ya lo dicen los sabios, todo acto tiene su consecuencia, toda acción su reacción. Así que ya sabes, nunca subestimes el aleteo de una mariposa.